Las nueve inmolaciones de monjes tibetanos registradas este año muestran el nivel de desesperación de esta etnia
Internacional | 19/10/2011 -
Pekín (EFE).- Las nueve inmolaciones de monjes tibetanos registradas este año muestran el nivel de desesperación de esta etnia por la represión del Gobierno chino, dijo hoy la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI).
"Se trata de la novena inmolación en meses recientes por parte de miembros de la etnia tibetana e indica un nuevo nivel de desesperación por parte de los tibetanos contra la represión del Gobierno chino de su libertad cultural y religiosa", señaló Sam Zafiri, responsable para Asia Pacífico de AI, en un comunicado.
El último religioso tibetano en quemarse a lo bonzo fue la monja Tenzin Wangmo, de 20 años de edad y que murió el lunes cerca del monasterio de Kirti, en la prefectura de Ngaba (provincia suroccidental de Sichuan), donde se han producido todos los intentos de suicidio.
De las nueve inmolaciones, cinco han terminado en fallecimiento, según grupos de tibetanos en el exilio como Free Tibet, que asegura que se trata de actos en protesta por la represión religiosa y para reclamar el regreso del Dalái Lama, el líder espiritual tibetano exiliado en la India desde 1959.
El Gobierno chino calificó ayer las inmolaciones de "inmorales" y sugirió que estaban siendo promovidas por el movimiento tibetano en el exilio, en palabras del portavoz de la cancillería Liu Weimin.
Sin embargo, horas después el presidente del Parlamento del Tíbet en el exilio, Penpa Tsering, responsabilizó a China de estos "actos de desesperación" y no descartó que prosigan en el futuro.
Según AI, las autoridades chinas deberían permitir a los tibetanos practicar con libertad su religión y su cultura en lugar de recurrir a castigos ejemplares que sólo pueden "profundizar más el resentimiento" entre etnias.
Desde que en marzo pasado se produjo la primera inmolación, la del monje Phuntsog, de 21 años, se han reavivado las tensiones étnicas en torno al emblemático monasterio de Kirti, asediado por numerosos efectivos de seguridad según testigos presenciales.
Tanto AI como otros grupos de derechos humanos indican que por lo menos 300 monjes de los 2.000 que contaba el monasterio han sido sometidos a "reeducación patriótica", desapariciones forzadas, prisión e incluso temen que algunos hayan podido fallecer a manos del ejército.
"La fuerte presencia de seguridad en las regiones tibetanas contribuye a tensar todavía más el ambiente. Los encarcelados por haber protestado de forma pacífica deben ser liberados de inmediato", señaló Zarifi.
Además de la región autónoma del Tíbet, anexionada por las fuerzas comunistas de forma definitiva en 1949, otras provincias chinas como Sichuan, Yunnan, Qinghai y Gansu cuentan con prefecturas de mayoría tibetana.